La ley de eutanasia, lista para votarse en el Congreso entre acusaciones de PP y Vox de buscar «ahorrar» con los enfermos

 

La ley de eutanasia ha dado sus primeros pasos en el Congreso en el Pleno de este martes, a la espera de la votación a última hora. El texto presentado por el PSOE, la primera iniciativa del partido del gobierno esta legislatura, ha sido debatida por los grupos. Ha conseguido el apoyo de Unidas Podemos, ERC, Ciudadanos, PNV, JxCat, EH Bildu y la mayoría de los partidos minoritarios, superando con creces los 176 ‘síes’ que hacen falta para su toma en consideración antes de ser aprobada definitivamente, en unos meses.

PP y Vox prácticamente se quedan solos en el hemiciclo en el ‘no’. El portavoz de los populares ha reiterado que es una medida de «ahorro» de costes sanitarios con los mayores; la de la ultraderecha ha sostenido que el PSOE pretende «eliminar» a las personas enfermas y que «se les ofrece la muerte como única solución a su sufrimiento». Los grupos que han defendido y apoyado la propuesta han insistido en una idea, frente a las argumentaciones de PP y Vox: «Es un derecho y no una obligación».

La exministra María Luisa Carcedo y ahora portavoz de Sanidad del Grupo Socialista, ha comenzado la presentación de la ley recordando a tres personas: Fernando Cuesta, Maribel Tellaetxe y Ángel Hernández. Los dos primeros pidieron la eutanasia, el tercero ayudó a su mujer con esclerosis a morir. «Quien quiera vivir que viva, pero que nos deje a los demás morir dignamente. La eutanasia no es una obligación. Políticos, pensad de una vez en los que estamos en estas condiciones», ha citado Carcedo al primero. Cuesta sufría ELA y acudió a Suiza a morir «fuera de su entorno y pagándoselo él, porque podía». «Esta es la realidad de lo que le está sucediendo a nuestra ciudadanía», ha zanjado Carcedo.

La exministra ha reivindicado que el texto respeta tres normas: la Constitución, la Ley de Autonomía del Paciente, y el Código Penal, que se debería modificar, de salir adelante. Se ha dirigido especialmente a la «bancada de la derecha» para señalar que «el dolor y el sufrimiento humano no tienen ideología. Que hoy un nuevo derecho aflore para la ciudadanía española. Quien quiera que lo use y quien no no, pero no lo impidamos».

Antes de que arrancara el debate, el portavoz del PP en Sanidad, José Ignacio Echániz, ya había acusado al PSOE ante la prensa de buscar «evitar costes» con los enfermos. En su turno de réplica lo ha repetido. «Hay que estudiar todas las aristas de la ley», ha dicho en la tribuna, «y esto es lo que subyace: supone ahorros con las personas más vulnerables, los mayores. Son recortes sociales en toda regla con la excusa de morir dignamente».

Echániz ha usado el argumento de que esto se lleva adelante mientras hay «un millón de personas esperando a la dependencia». Los datos, que son los peores en varios años pero tocaron fondo tras los recortes del PP, hablan sin embargo de 400.000 personas esperando una prestación o servicio. También ha citado que el 50% de la ciudadanía española «está en contra» y el 50% «tiene dudas», aunque las encuestas de Metroscopia calculan que el 84% está a favor de la regulación.

Desde el PP, Echániz ha seguido calificando la norma de «ley oscura hecha por la puerta de atrás» y como una pretensión de «acabar con los enfermos indefensos». Ha mencionado la ley holandesa, que despenaliza la eutanasia y el suicidio asistido, para alegar que todo es un «asunto económico» y que la regulación busca que un enfermo «viva poco y deje de gastar». Ha añadido que a lo que se ahorra evitando «la prestación de dependencia» hay que sumarle lo que se ahorra «en la pensión». Estas son unas palabras que han afeado especialmente los demás grupos, incluida Sara Giménez, de Ciudadanos, que en su turno le reprochó: «Parece que lo que importa es que va a haber una reducción de las pensiones».

Los portavoces a favor, ante todas las declaraciones del PP, han pedido «no frivolizar». El nombre de Ángel Hernández, que ayudó a morir a su esposa María José Carrasco el año pasado y se enfrenta por ello a una posible condena, ha salido más veces después de la primera alusión de Carcedo. Como el de Ramón Sampedro, fallecido hace más de veinte años. El portavoz de Unidas Podemos ha empezado su intervención con uno de sus poemas –aparecido en la película Mar Adentro, «ejemplo del poder enorme de la cultura para hacer una sociedad mejor»–. «Pronto podremos decir que España es uno de lo pocos países del mundo que respeta estas libertades», ha celebrado Echenique.

La representante de Vox, Lourdes Méndez Monasterio, ha sido la última parlamentaria en participar en el debate. Ha elevado las acusaciones que se habían escuchado hasta calificar al Estado de «máquina de matar» si se lleva a cabo esta normativa y compararla con legislaciones de la Alemania Nazi. También ha utilizado términos como «la pendiente resbaladiza del homicidio asistido» y la ha definido como una forma «del gobierno sociocomunista de manifestar el poder supremo sobre la vida y la muerte de sus súbditos».

Méndez Monasterio está convencida de que «estas leyes homicidas se juzgarán con absoluto horror en el futuro», y aunque asegura no apelar «ni a la fe ni a la religión», espera para quienes voten ‘sí «que dios les perdone». Vox dice que elaborará una Ley de Cuidados Paliativos a cambio de la de eutanasia, lo mismo que ha anunciado el PP.
Cuarto país europeo en aprobarla

De finalmente aprobarse, España se convertirá en el cuarto país europeo que despenalice la eutanasia, tras Países Bajos, Bélgica y Luxemburgo. Después de la tramitación de este martes, la Ley irá a la Comisión de Sanidad, donde se apuntalarán las enmiendas, luego de nuevo al Pleno, y definitivamente tendrá que votarse en el Senado. Fuentes socialistas esperan que el proceso se complete «lo más rápido posible: está casi todo hecho». La Asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD), que lleva años luchando por esto, confía en que sea para verano: «Cualquier cosa puede ocurrir, pero esta vez vemos voluntad política».

Esta es la quinta vez que una norma sobre eutanasia llega al Congreso. La última, también del PSOE, fue también tomada en consideración pero bloqueada en la Mesa por Ciudadanos para priorizar la suya de Cuidados Paliativos. Carcedo ha pedido, en su intervención, que esta vez no haya «triquiñuelas legales» que eviten que esta proposición se convierta en ley. Algo a lo que ahora hay menos riesgo, porque aunque Ciudadanos también ha persistido en que quiere desarrollar su propia norma en ese ámbito, la Mesa ahora tiene mayoría progresista.

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