Juan Carlos I se quedará en Abu Dabi de forma estable, aunque volverá a España con frecuencia. Es la decisión que han tomado el rey emérito y Zarzuela tras el archivo de las investigaciones que llevaba a cabo la Fiscalía, que concluyó que se enriqueció de espaldas a Hacienda, pero los posibles delitos o han prescrito o se cometieron cuando era inviolable. Así lo ha comunicado la Casa Real a través de una carta que el exjefe del Estado le ha enviado a su hijo Felipe VI y en la que lamenta «los acontecimientos pasados» de su «vida privada».
«Conocidos los Decretos de la Fiscalía General del Estado, por los que se archivan las investigaciones de las que he sido objeto, me parece oportuno considerar mi regreso a España, aunque no de forma inmediata. Prefiero, en este momento, por razones que pertenecen a mi ámbito privado y que solo a mí me afectan, continuar residiendo de forma permanente y estable en Abu Dabi, donde he encontrado tranquilidad, especialmente para este período de mi vida», afirma Juan Carlos de Borbón en la misiva. «Aunque, como es natural, volveré con frecuencia a España, a la que siempre llevo en el corazón, para visitar a la familia y amigos», agrega el antiguo monarca, que salió de España el 3 de agosto de 2020 para «facilitar» la tarea a Felipe VI.
El rey emérito zanja, además, cualquier debate sobre su futuro dado que advierte de que si decide instalarse en España o en las visitas que realice organizará su «vida personal» y lugar de residencia en el «ámbito privado». Tanto para Casa Real como para el Gobierno generaba incomodidad la vuelta del exjefe del Estado y sobre todo la posibilidad de acomodarlo en dependencias de Patrimonio Nacional, como el propio Palacio de la Zarzuela. «Me gustaría así culminar esta etapa de mi vida desde la serenidad y la perspectiva que ofrece el tiempo transcurrido», expresa en la carta que está firmada el pasado sábado 5 de marzo (tres días después del archivo de la Fiscalía), aunque Zarzuela ha enviado el comunicado a los medios este lunes al filo de las 20 horas.
«Soy consciente de la trascendencia para la opinión pública de los acontecimientos pasados de mi vida privada y que lamento sinceramente, como también siento un legítimo orgullo por mi contribución a la convivencia democrática y a las libertades en España, fruto del esfuerzo y sacrificio colectivo de todos los españoles», se despide Juan Carlos de Borbón.