Día Mundial de la Libertad de Prensa: ¿Por qué se celebra? ¿Quién restringe esta libertad en La Gomera?

Hace 26 años las Naciones Unidas establecían el 3 de mayo como fecha conmemorativa por un pedido de los países miembros de la Unesco
En 1993 la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 3 de mayo como Día Mundial de la Libertad de Prensa. Promovido por los países miembros de la Unesco, la idea es «fomentar la libertad de prensa en el mundo al reconocer que una prensa libre, pluralista e independiente es un componente esencial de toda sociedad democrática».
La fecha establecida recuerda la instauración de la Declaración de Windhoek sobre libertad de ejercicio del periodismo. «Por prensa independiente debe entenderse una prensa sobre la cual los poderes públicos no ejerzan ni dominio político o económico, ni control sobre los materiales y la infraestructura necesarios para la producción y difusión de diarios, revistas y otras publicaciones periódicas», destaca el documento.
Cada 3 de mayo, la Unesco y las Naciones Unidas convocan a la ceremonia de entrega del Premio Mundial de la Libertad de Prensa UNESCO – Guillermo Cano, que «rinde tributo cada año a una persona, organización o institución que haya contribuido de forma notoria a la defensa y/o la promoción de la libertad de prensa».
Este año la ceremonia se desarrollará en Helsinki, Finlandia, del 2 al 4 de Mayo y tendrá como tema principal de desarrollo será: «El acceso a la información y las libertades fundamentales ¡Es tu derecho!».
¿Quién restringe esta libertad en la Gomera?
Varias instituciones de la Gomera se destacaron el año pasado por su intención de querer restringir dicho derecho, especialmente con este digital, con el silencio cómplice de varios partidos políticos que no han levantado su voz para defender una libertad básica e igualmente con el silencio cómplice de aquellos que creen que peligran sus garbanzos por decir la verdad contra la arbitrariedad del «señor de las tinieblas».
Lamentamos que la restricción de este derecho o le pueda parecer normal a partidos que se llaman democráticos, pero es la realidad.