Chipude celebro hoy, de nuevo, su festividad en honor a nuestra Señora de La Candelaria con la tradicional misa y procesión por los lugares de costumbre, acompañada como siempre por el sonido de las chácaras y los tambores de La Gomera.
La Virgen de Candelaria es una devoción que acompaña a todos los gomeros, y especialmente a los chipudanos, desde hace ya casi medio milenio. Fue en 1515 cuando, según la tradición popular, la bendita imagen de la Candelaria fue encontrada en el lugar así llamado, de Candelaria, en Los Apartaderos, a los pies de la Fortaleza. Posiblemente, la llegada de la imagen de la Patrona esté relacionada con las órdenes religiosas que en aquellos albores de la Historia de La Gomera estaban en la isla.
Desgraciadamente, salvo la fecha y el lugar del hallazgo milagroso, en el que fue erigida la primera ermita -cuyos restos son aún reconocibles-, no conocemos mucho más sobre la llegada de la imagen a Chipude. No obstante, la talla de la Virgen, aunque reformada en el siglo XIX, es una de las piezas artísticas insulares más antiguas y, cómo no, de más arraigo devocional. Debemos pensar al respecto que la parroquial de Chipude es la iglesia Matriz de las comunidades de Arure, La Dama y Valle Gran Rey, y que su situación en la meseta central, punto de conexión del Norte y el Sur, bien puede estar en la base de que el arraigo devocional de La Candelaria se extienda a toda La Gomera.
Chipude y la Virgen de Candelaria son dos entes indisociables. La vida de Chipude, tradicionalmente, ha girado en torno a las fiestas de la Virgen: el 2 de febrero y el 15 de agosto, especialmente. Esos eran los días elegidos para amasar, arreglar las casas y vestir el pueblo de fiesta con fuegos de artificio, predicadores de fuera y solemnes misas y multitudinarias procesiones al son de chácaras y tambores. Cada 15 de agosto, antaño y hoy, la mayoría de los gomeros que se encuentran en la isla, y aquellos que viven fuera de ella, organizan sus fechas para poder estar con Nuestra Señora de Candelaria ese día, cumplir sus promesas y disfrutar de una de las fiestas populares más grandes de la isla.